El 23 de octubre de 2007 se aprobó la Ley 27/2007 por la que se reconocen las lenguas de signos española y se regulan los medios de apoyo a comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas.
LO QUE APORTA LA LEY
Desde el amplio marco de esta Ley, que reconoce a los individuos (no a grupos, ni organizaciones) como titulares de derechos, las personas sordas, sea cual sea la opción comunicativa, pueden ejercer sus derechos y cumplir con sus obligaciones como ciudadanos en igualdad de condiciones. Al mismo tiempo, la Ley vino a rubricar los derechos que como padres y madres nos asisten y amparan en el ordenamiento jurídico existente: la elección de la lengua materna de nuestros hijos, así como del modelo de educación y de la lengua vehicular de enseñanza que deseamos para los mismos.
Entre las distintas medidas que establece, la Ley 27/2007 garantiza que las personas con sordera que comunican en lengua oral y son usuarias de prótesis auditivas (audífonos e implantes) dispongan de aquellos medios que hacen posible su vida autónoma, la inclusión y la participación en su entorno, valiéndose de medios de apoyo a la comunicación oral como el subtitulado, el bucle magnético, los sistemas de frecuencia modulada o cualquier otro dispositivo que funcione en conexión con sus prótesis.
Aspiramos, por tanto, a que la Ley 27/2007 sea una norma integral de las diferentes opciones comunicativas de las personas sordas, bien sea la lengua oral, bien sea la lengua de signos, y que garantice los distintos recursos que cada uno precise para su acceso a la comunicación y a la información.
Incidencia de la sordera en España
• En España hay más de un millón de personas con una discapacidad auditiva de distinto tipo y grado. De ellas, más del 98 % utiliza la lengua oral para comunicarse. Según el INE, 13.300 personas son las que emplean la lengua de signos. (Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia. 2008 – INE)
• Más del 97 % de los niños sordos nacen en familias con padres y madres oyentes. (Instituto de Investigación de la Universidad de Gallaudet. Estados Unidos. 2002)
• Cinco de cada mil recién nacidos presenta una sordera de distinto grado, lo que en España supone la cifra de casi 2.500 nuevas familias con un hijo/a sordo cada año. (Comisión para la Detección Precoz de la Sordera Infantil (CODEPEH))
• El 50 % de adolescentes y jóvenes entre 12 y 35 años de edad en los países más desarrollados están en riesgo de presentar una pérdida de audición por su sobrexposición al ruido en contextos recreativos. (Organización Mundial de la Salud)
• Una de cada mil personas de la población general adquirirá una pérdida auditiva a lo largo de su vida.
Por todo ello, desde EUNATE DEMANDAMOS:
• Culminar el desarrollo reglamentario de la Ley, con el alcance que se previó y desde la equidad en el tratamiento a las distintas opciones de comunicación, trasladando este enfoque de la norma estatal a los correspondientes desarrollos autonómicos.
• Planificar de forma equilibrada y razonada la dotación presupuestaria que debe acompañar al desarrollo y aplicación de la Ley, a partir del análisis de necesidades, de la identificación de las demandas y de los recursos existentes.
• Hacer efectivos los mandatos relativos a la financiación y acceso a apoyos técnicos para personas sordas.
• Comunicar y hacer visible el doble objeto de la Ley, tanto lo relativo a las personas sordas que sean usuarias de la lengua de signos, como lo relativo a las personas sordas que comunican en lengua oral. Obviar este último, invisibiliza a más del 97 % de las personas sordas (INE, 2008) de nuestro país que son aquellas que utilizan la lengua oral y precisan de medios de apoyo a la comunicación oral.
LLENEMOS DE VIDA EL SILENCIO
QUE LO ESCUCHE TODO EL MUNDO
EUNATE SE COMPROMETE,
¿Y TÚ?
Sólo así ésta será la Ley que quisimos para todos.
Y es de todos.
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