A diario, niños, niñas y adolescentes con #sordera tienen que enfrentarse a un mundo sonoro ruidoso que les dificulta la comprensión del lenguaje y de lo que ocurre a su alrededor.
Esto sucede en espacios al aire libre y en interiores como, por ejemplo, en las aulas escolares, donde el ruido de las sillas y los pupitres al moverse impiden, en muchas ocasiones, que el alumnado siga las clases con normalidad como el resto de compañer@s, no comprenda los contenidos completamente, no quiera participar en actividades grupales y se sienta cansad@ del sobreesfuerzo que tiene que hacer para entender y aprender, afectando negativamente en su motivación y autoestima.
Por este motivo, nuestros compañer@s de Funcasor en Canarias han puesto en marcha la iniciativa "Aulas Sin Ruido", para que los centros educativos reduzcan el ruido de las aulas colocando pelotas de tenis en las patas de los pupitres y sillas y su movimiento no produzca ese sonido que obstaculiza el aprendizaje del alumnado con sordera.
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